Una de las preguntas que se nos presenta a diario es, si conviene colocar una cámara IP o CCTV, y la respuesta es que para cada situación se deberán analizar las siguientes ventajas y desventajas.
La principal ventaja que tiene una cámara IP es que no necesitas un hardware extra para poder monitorearlas desde cualquier parte del mundo, solo un router y la conexión a Internet, ya que tienen incorporado un servidor web, lo cual lleva a la siguiente desventaja. Para acceder a las cámaras sin instalar un servidor dedicado, es de a una por vez, o sea, no podes ver las dos imágenes simultáneamente, en la misma ventana.
Otra desventaja frente a un sistema de televisión cerrada, CCTV, es el costo. Si dispones de una PC donde instalar una placa capturadota (100 U$S aprox. de 16 canales de video + 4 de audio), podrás tener todas las ventajas de una cámara IP, sumando la grabación y monitoreo simultáneamente de hasta 16 cámaras. Sin mencionar que el costo de las cámaras de CCTV es inferior a la mitad de una IP.
En adición, las cámaras de CCTV son mucho más estables que las IP, ya que no dependen de una conexión a Internet ni de la negociación de tráfico con los dispositivos que requieren (router, MODEM, ISP).
El consumo de ancho de banda es otro factor a tener en cuenta a la hora de decidir entre un sistema y otro, y aquí es donde entra en juego la calidad de imagen, el formato de compresión y el rate de muestreo de cada una, lo cual se considera igual para ambas opciones. Si la idea es colocar una sola cámara o dos a lo sumo, y sin posibilidad de expansión, el consumo de ancho de banda es similar para ambas opciones. Habiendo una posibilidad de expansión o la necesidad de instalar más de una o dos cámaras, un servidor de CCTV consumirá menor ancho de banda, ya que encapsula el streaming de video/ audio del total de las cámaras, en una sola transmisión.
Los recursos de la red también se deberán analizar. Por lo que mencionamos en el punto anterior tendremos, en el caso del video por IP, varios dispositivos negociando y traficando con el dispositivo enrutador, creando, cerrando y dejando en espera conexiones.
La complejidad de la instalación es similar en ambos casos, marcando la única diferencia, en la cantidad de veces que se requerirán configurar equipos distintos, ya que las cámaras CCTV no requieren configuración, solo el servidor.
La necesidad de tener un servidor para transmitir por IP las imágenes de un circuito de tv cerrado permite, entre otras cosas, la grabación continua de hasta 32 canales, con un único software y hardware. Para el caso de las cámaras IP, la grabación se deberá hacer individual para cada cámara, o se deberá instalar también un servidor dedicado con un software que recolecte la transmisión de cada una.
En conclusión para decidir entre una opción y otra, se deberá analizar la cantidad de cámaras que se requieren y la posibilidad de expansión a futuro. Recomendamos para sistemas de más de dos cámaras un circuito de tv cerrado CCTV.